De acuerdo a la pirámide informacional, el conocimiento es un estado o nivel que se puede conseguir a través de la experiencia y de procesos como el análisis, el aprendizaje y la comprensión, la dialéctica, el razonamiento y la comparación. Claramente, estos procesos deben aplicarse a la información (el nivel anterior al conocimiento), la cual es un conjunto de datos organizados, seleccionados, condensados y puestos en contexto para que se transforme en conocimiento. Esta transformación de datos a sabiduría ocurre tanto a nivel cognitivo, individual y colectivo, es decir, que también tiene lugar a nivel organizacional. Hay que tener en cuenta que, para alcanzar la sabiduría se debe aplicar el conocimiento y así desarrollar la capacidad de resolver problemas.
Según Peter Drucker, mejor conocido como el mayor filosofo de la administración “…en la nueva economía, el conocimiento es el principal recurso para los individuos y la economía. La tierra, trabajo y capital no desaparecerán, pero serán secundarios…”, esto quiere decir que la sociedad otorgará un mayor valor al conocimiento, volviéndolo su principal activo, mientras que los demás modos de generar ingresos no serán los principales.
Es decir que, “la sociedad del conocimiento, entre varias alternativas, se puede caracterizar como aquella sociedad que cuenta con las capacidades para convertir el conocimiento en herramienta central para su propio beneficio” (p. 6). (Pescador, 2014 citado en Pérez et al, 2018)
Teniendo en cuenta que la producción de información y conocimiento aumenta de manera exponencial, pues este no solo se produce de forma análoga, sino que gracias a las tecnologías de la información su producción se acelera; es importante reconocer que mas allá de producir es necesario gestionar. En este orden de ideas, la gestión del conocimiento es “método para simplificar y mejorar el proceso de compartir, distribuir, crear, capturar y entender el conocimiento” (Gottschalk, 2002 citado en Agudelo y Valencia, 2018)
En el contexto organizacional, el conocimiento determina la toma de decisión y capacidad de acción de una organización, llegando a afectar positiva o negativamente en la sociedad, por lo que la gestión del conocimiento adquiere cierta importancia ya que podría mejorar el desempeño en sus áreas de trabajo y también su ventaja competitiva.
La gestión del conocimiento es un proceso que se compone de los siguientes pasos: creación-identificación, captura, almacenamiento, organización, acceso y uso. A partir de este ciclo, “se plantea la idea de cómo hacer para que ese conocimiento se transfiera a la organización, de forma que la creación-identificación es la detección del conocimiento para poder gestionarlo; la captura se refiere a la generación de un ambiente para que se dé el intercambio de experiencias; el almacenamiento es entendido como algo dinámico; la organización como el proceso estructurado en un mismo lenguaje; el acceso es la posibilidad que todas las personas de la organización accedan a él; y, por último, el uso está determinado por la utilidad que cada cual le dé según su necesidad.” (Agudelo y Valencia, 2018)
Gracias a este ciclo, se trabaja de manera conjunta para que las organizaciones puedan identificar el potencial intelectual del recurso humano, y así identificar y abstraer dicho conocimiento que pueda aprovecharse en aras del cumplimiento de los objetivos de la organización.
En este sentido, algunos de los beneficios de la gestión del conocimiento son:
- Identificar y aprovechar buenas prácticas al interior de la empresa, ya que de esta manera se pueden concentrar los esfuerzos en ciertas actividades y procesos, y se puede hacer de manera óptima y eficaz.
- Ser un punto de referencia para que otros funcionarios puedan acceder al conocimiento aportado por otras personas, y fomentar el aprendizaje.
- Desarrollar inteligencia y ventaja competitiva a partir de procesos como el razonamiento, análisis, comparación y dialéctica los cuales ocurren en la producción del conocimiento.
- Identificar oportunidades para mejorar productos, servicios, procesos y prácticas.
- Mejoramiento de la satisfacción de los usuarios.
Otro de los enfoques de este concepto es que el conocimiento se abstrae de aquellos expertos o personajes profesionales; los cuales poseen un conocimiento tácito (conocimiento propio e interno) para realizar ciertas tareas, como, por ejemplo, la manera de proceder al solucionar un problema matemático, o el modo de cocinar un plato (cada persona hará tareas como estas a su propia manera), con el fin de normalizarlo y estandarizarlo a partir de reglas y modelos matemáticos para que así este conocimiento se simule a través de un sistema experto. Este sistema realiza procesos de inferencia lógica simulando la toma de decisiones de un humano experto en un área, tarea o especialidad.
El objetivo de un sistema experto y la gestión del conocimiento es determinar conclusiones que permitan la toma de decisiones frente a un problema o situación, por ejemplo, si conceder el crédito a un cliente, o aplicar cierto tratamiento a un paciente, realización de diagnósticos, etc.
Algunos ejemplos puntuales de la aplicación de este concepto en la inteligencia artificial son:
“Sistema Experto Difuso para Determinar Perfiles Criminológicos basado en el Test de Lüscher y Variables Socio-Criminológicas: Sistema Experto difuso basado en el modelado de variables difusas y la adquisición de conocimientos de carácter psicológico y social con el fin de inferir la inclinación criminalística de un cierto individuo” (Cardona, 2007 Citado en Badaro et al, 2013)
“Sistema Experto para el entrenamiento y asistencia en la toma de decisiones en un Centro de Información y Control Aéreo: Un Sistema Experto cuyo objetivo es facilitar el entrenamiento del personal y asistir en la toma de decisiones relativas a la interceptación en el Centro de Información y Control ante la presencia de vuelos no identificados considerados como potenciales vuelos ilícitos.” (Ierache, 2002 citado en Badaro et al,2013)
“Sistema de Ayuda sobre Legislación Argentina en Riesgos de Trabajo: Es un Sistema Experto que provee a los operadores judiciales de información decisoria acerca de la futura pena a otorgar en un caso, promoviendo la realización de acuerdos previos al juicio que permitan acelerar los tiempos procesales.” (Britos, 2001 citado en Badaro et al,2013)
Autora: Paula Navarro Alvarado
Referencias:
Agudelo Ceballos, Erica Janet, & Valencia Arias, Alejandro. (2018). La gestión del conocimiento, una política organizational para la empresa de hoy. Ingeniare. Revista chilena de ingeniería, 26(4), 673-684. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-33052018000400673
Pérez Zúñiga, Ricardo, Mercado Lozano, Paola, Martínez García, Mario, Mena Hernández, Ernesto, & Partida Ibarra, José Ángel. (2018). La sociedad del conocimiento y la sociedad de la información como la piedra angular en la innovación tecnológica educativa. RIDE. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 8(16), 847-870. https://doi.org/10.23913/ride.v8i16.371
Badaro et al, (2013). Sistemas Expertos: Fundamentos, Metodologías y Aplicaciones. Ciencia y Tecnología, 13, 2013, pp. 349-364. Recuperado de https://www.palermo.edu/ingenieria/pdf2014/13/CyT_13_24.pdf